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Fue cuando con más euforia, abracé a Mario y disfruté plenamente de cada centímetro de su miembro, a medida que me iba penetrando. Tras ella pasamos al sofá, y como hacía siempre empezó a desviar la conversación hacia temas más interesantes. Pareció Webcam Sexo Gratis que los sillones se movían, y que el mundo giraba más deprisa, hasta el punto de tener que agarrarme al respaldo de uno de ellos, para evitar la caída. Bajó mí cierre y desabrochó mi pantalón con los dientes, sacó mi pene, ya muy excitado, y comenzó a lamerlo, después a chuparlo, coloqué mis manos en su cabeza para que lo siguiera chupando.